Napoleon’s Wars: An International History, 1803- 1815. Por Charles J. Esdaile (Reseña)

Napoleon’s Wars: An International History, 1803- 1815. Por Charles J. Esdaile, Londres- Nueva York: Penguin Books (2008). 2ª edición. Notas al final del libro. Bibliografía. Pp. xxxiv, 621.

Hoy toca hablar de una de las últimas obras de uno de los mejores historiadores sobre el periodo comprendido entre 1792 y 1815. De Charles Esdaile ya había tenido la oportunidad de leer años atrás tanto el magnífico The Peninsular War (2002) como su criticado España contra Napoleón (2006), además de tener el gusto de asistir a su ponencia en el VI Congreso de Historia Militar celebrado en Zaragoza en la primavera de 2008. Aunque puede tener sus errores, sin duda es uno de los expertos de cabecera en todo lo que versa alrededor de las Guerras de Coalición y demás conflictos armados que asolaron Europa, con especial hincapié en España – su tesis doctoral versó sobre los ejércitos españoles en campaña en las campañas del periodo 1808- 1814 en la Península Ibérica.

Respecto al Napoleon’s Wars – existe traducción en castellano editada por Crítica-, hay que decir ante todo que resulta abrumadoramente exhaustiva. Por una parte, su lector hallará una narración exhaustiva de todos los giros, golpes bajos, traiciones, violencia y demás actos faltos de todo escrúpulo que caracterizaron las relaciones internacionales entre los Estados dinásticos europeos hasta 1815 y que, como bien subraya el autor, no dejan de ser una continuación de las guerras libradas entre las potencias europeas a lo largo del siglo XVIII. Sólo la ambición sin límites del mismo Emperador condujo a que, y sólo desde 1813, la totalidad de las potencias europeas se coaligase contra la Francia napoleónica y resultase finalmente en los consesos y equilibrios alcanzados en los Congresos de Viena de 1814- 1815. Como Esdaile observa, si algún papel tuvo Napoleón Bonaparte en lo que muy posteriormente ha sido la Comunidad Europea fue, en todo caso, como la de «hombre del saco».

Esta misma exhaustividad también lleva al autor a no caer en el habitual error de perfilar la historia de este periodo solamente alrededor de la figura de Napoleón Bonaparte, pues también encontraremos detallada la muy poco escrupulosa política exterior sostenida por Gran Bretaña, tanto en Dinamarca como en España – y sus dominios en América del Sur- y, de modo especialmente brutal, en Sicilia – destronando en 1812 al rey Fernando III de Dos Sicilias y a la reina María Carolina-, aunque el autor sitúe en su preciso contexto todas estas decisiones, preocupándose en mostrar que los sucesivos Gabinetes ministeriales británicos eran conscientes de las contradicciones existentes entre los intereses permanentes de su grand strategy. También encontraremos una detallada relación de la brutal política de expansión territorial practicada por Rusia en los Balcanes a costa del decadente Imperio Otomano, como el cinismo del zar Alejandro I durante los Congresos de Viena impulsaba la superación y reforma de los marcos caducos del Antiguo Régimen en toda Europa pero, en cambio, evitando practicar esas mismas reformas en sus dominios, incluída su porción de Polonia anexionada a raíz de las reparticiones de 1793 y 1795.

En cambio, esta misma exhaustividad puede conllevar que el lector encuentre arduo mantener el hilo de la narración, pues los excursos son frecuentes y, en ocasiones, lo suficientemente largos para que el lector pierda cuál era el hilo conductor primerizo. Sin duda, la obra se hubiese beneficiado mucho de una distribución eficiente en subcapítulos y que estos estuviesen reflejados en el índice, pues algunos son realmente largos. Y eso sin hablar de que su actual organización dificulta sobremanera su uso como obra de consulta, aunque dicha carencia sea también muy común entre los autores anglosajones. Y, finalmente, su exhaustividad y su afán de contextualización total conlleva que los tres primeros capítulos – cien páginas- sirvan como una especie de larguísima introducción al periodo que, según el marco cronológico anunciado en el título – entre 1803 y 1815-, versa el libro. Sin duda, esta obra no está concebida precisamente para lectores no especializados – aunque el estilo empleado resulta bastante pedagógico- y, lamentablemente, quizás pueda desalentar a aquellos lectores que no puedan disponer normalmente de una o dos horas diarias seguidas para su lectura.

Pero no quisiera desaprovechar esta reseña para comentar y refutar algunas afirmaciones hechas por Arturo Pérez-Reverte sobre Charles Esdaile en una muy reciente columna de opinión («Hace 200 años, La Albuera», XLSemanal, nº 1229, 14-V-2011). Tras relatar la sangrienta batalla librada en La Albuera el 16 de Mayo de 1811, donde el ejército francés comandado por el mariscal Soult fué derrotado por el ejército angloportugués comandado por Beresford y las brigadas españolas comandadas por el general español Joaquín Blake, Pérez-Reverte afirma:

Asumir un error táctico de ese calibre, dos brigadas de Su Majestad pasadas por la cuchilla de picar carne, era duro de tragar para Wellington. Y cuando leyó el parte donde el general Beresford contaba lo ocurrido, exigió otro donde se omitiera la desastrosa maniobra, así como el hecho de que los españoles resistieron a solas los dos primeros asaltos. Quería algo que sonase más a tenaz y heroica resistencia inglesa. Y esa segunda versión, adecuada al orgullo nacional británico, fue la publicada por la prensa y adoptada oficialmente en los libros de Historia.

Uno de los más minuciosos historiadores militares españoles actuales, José Manuel Guerrero Acosta, se ha tomado en los últimos años el trabajo de desempolvar todos esos partes de guerra, probando cuanto acabo de contar. Con mucha irritación, por cierto, de colegas ingleses como el ilustre Charles Esdaile; que durante un congreso reciente en Varsovia se levantó, airado, para decir que esa revisión de lo ocurrido en La Albuera «ofende la memoria de las tropas británicas que lucharon en España».

Esta relación de los hechos falta totalmente a la verdad. Esdaile, en su The Peninsular War  (Londres: Penguin Books, 2003: pp. 344-347) muestra que no hay tal «revisión de lo ocurrido» pues el mismo Esdaile, ya en 2002, escribió sobre esta batalla tal y como, sucintamente, explica Pérez-Reverte, con mención incluída a la manipulación practicada posteriormente por Wellington (ver The Peninsular War, p. 348). Revisando el trabajo de D. José Manuel Guerrero Acosta sobre este asunto, desde luego no puede ser muy novedoso su estudio sobre La Albuera publicado el 2006 si ya en 2002 Esdaile ya lo relataba así, al igual que Arthur Bryant ya había narrado el episodio del «segundo despacho» en Years of Victory, obra publicada en 1944 – se puede encontrar una cita extensa en la traducción de las Memorias del mariscal Soult recientemente publicadas en castellano por Fernando Valdés Fernández (Madrid: Polifemo, 2009: pp. 198-199).

Pero luego Arturo Pérez-Reverte se despacha afirmando:

Curiosa afirmación, por cierto, de un historiador al que no parecen ofenderle la memoria los centenares de mujeres españolas violadas cuando las tropas británicas entraron en Badajoz, Ciudad Rodrigo y San Sebastián

Cualquier persona que haya leido a Esdaile y no lo conozca sólo de oídas sabrá que esto es rotundamente falso, pues en The Peninsular War dedica amplio espacio al saqueo y brutalidades varias practicadas por las tropas británicas tras la toma al asalto de Badajoz (pp. 386-387) y Ciudad Rodrigo en 1811 (p. 380) y de San Sebastián en 1813 (pp. 468-470), remarcando en esta última que las justificaciones a posteriori alegadas por algunos autores ingleses carecen de todo fundamento.

Pero es que Pérez-Reverte finaliza su columna así:

ni sus compatriotas historiadores y novelistas que llevan doscientos años asegurando que, en la guerra peninsular, las tropas de Napoleón fueron derrotadas sólo por Wellington; a veces, eso sí, con la colaboración -a regañadientes, por supuesto- de la miserable chusma española que, en las siempre gloriosas y heroicas batallas inglesas, se limitaba a llevarle el botijo

Aparte de mostrar un desconocimiento total y minado por sus prejuicios contra la obra de Esdaile, especialmente contra The Peninsular War y España contra Napoleón, me resulta paradójico recordar algunos comentarios que hizo Charles Esdaile en la mesa redonda posterior a la lectura de ponencias de la segunda jornada del VI Congreso de Historia Militar (1-IV-2008). Tras encajar algunas críticas – alguna marcadamente fuera de tono- por parte de uno de los ponentes de ese día, Esdaile apuntó que le resultaba curioso constatar que mientras que algunas tesis le eran criticadas en España por pintar con colores desfavorables el papel de las partidas de guerrilleros en la guerra del 1808- 1814 y especialmente, por resultar a la larga una carga poco beneficiosa para la movilización de reemplazos para el Ejército español – cosa que suelen soslayar alguno de sus críticos en nuestro país-, en Inglaterra recibía críticas por no seguir la versión canónica del desempeño de los ejércitos británicos en la Península Ibérica.

No quisiera concluir esta reseña sin deplorar que en nuestro país se trate de criticar la obra de otros excelentes historiadores endosándoles tesis que estos no sostienen, pues dicho proceder sólo supone empobrecer el debate histórico aunque, desgraciadamente, esto no resulte nada nuevo en España en este campo y muchos otros.

4 comentarios en “Napoleon’s Wars: An International History, 1803- 1815. Por Charles J. Esdaile (Reseña)

  1. Magnífica reseña, sólo puede leer la primera parte del libro, el resto era simplemente demasiado «técnico».

    En cuanto a Pérez Reverte… pues para qué molestarse. Es periodista y novelista (con gran éxito en nuestro país con sus novelas historicistas) por lo que sus juicios hay que tomárselos con un grano de sal.

  2. Pues sí Miguel, comprendo que por este motivo la obra pueda desalentar hasta el más entusiasta, aunque creo que el esfuerzo que exige su lectura vale muchísimo la pena. Pero sí, requiere su dedicación, no es una lectura para hacer en el metro de camino al curro 🙂

    Y en cuanto a APR, pues la verdad es que ese artículo me pareció una auténtica barbaridad y un despropósito para mí como lector, pues yo personalmente me sentí insultado. Y eso se debe a que yo valoro muy positivamente que el autor trate de mantener una relación dialéctica con sus lectores mediante su obra, sin hacer trampa ni cartón. Y APR en ese artículo, o bien habla sólo de oídas – ¡adiós, rigor!-, o bien presupone que sus lectores sólo le leen a él y a los que él recomienda de vez en cuando en sus artículos, pues si no difícilmente puede explicarse que caiga en una crítica tan burda y carente de toda base.

  3. Alejandro, en el caso de Kamen es muy fácil tener razón en una crítica, pues a parte de lo que relata sobre su falta de rigor – me paso una tarde en el Archivo TAL y luego escribo un nuevo libro con «revelaciones»-, Kamen es muy deshonesto intelectualmente. Según me consta – aunque por fuente de segunda mano-, se ha observado que Kamen afirma determinadas cosas en la edición inglesa de alguno de sus libros que luego no aparecen reflejadas en las traducciones de las mismas en castellano. Podría pensarse que se tratar de un error de traducción, pero parece improbable pues – según esa misma fuente de segunda mano- se trata de tesis bastante sustanciales…

    Ahora bien, de ahí a concluir que todo historiador inglés estará siempre cortado con el mismo patrón, media un mundo.

    Por cierto, creo haber encontrado una de las posibles motivaciones para que APR escribió dicho artículo en XL Semanal. Resulta que el pasado 13-IV-2011 se presentó en Badajoz una edición y recopilación de documentos, memorias y demás sobre La Albuera a cargo de José Manuel Guerrero Acosta – un servidor, por cierto, desconocía que éste fuese militar de carrera-, El Jueves de La Albuera: 16 de Mayo de 1811. Memorias y Documentos. Edición Conmemorativa Bicentenario 1811-2011 (Badajoz: Diputación de Badajoz, 2011). Se puede consultar más en los siguientes enlaces:

    http://www.nosolomerida.es/web/index.php?option=com_content&view=article&id=2685:el-jueves-de-la-albuera-16-de-mayo-de-1811-recopila-memorias-y-documentos-de-los-diferentes-protagonistas-del-combate&catid=74:prov-badajoz&Itemid=103

    http://www.extremaduraaldia.com/provincia-badajoz/-el-jueves-de-la-albuera-16-de-mayo-de-1811-memorias-y-documentos-pretende-dar-a-conocer-la-historia-recordar-a-los-caidos-y-poner-en-valor-los-acontecimientos-ocurridos/123078.html

    Un saludo,

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