– Zelanda. El bautismo de fuego de las Waffen SS y la llave de Europa. Por Pablo Cuevas, Madrid: Almena, Serie Imágenes de Guerra 23 (2018). Apéndice de referencias en la web del autor. Pp. 175.
Rompo el silencio en el blog que, hasta ahora se había prolongado durante casi año y medio de trabajo, excedencia laboral y cambios radicales en mi vida personal, sólo para reseñar esta obra. El motivo principal para hacerlo está en que su autor ha tenido la gentileza de obsequiarme con un ejemplar de su segundo libro y, aunque ya sea por mera cortesía, ya por ese motivo está justificado encontrar un momento durante este puente de Pascua para dedicar tiempo a escribir esta reseña.
Más allá de lo personal, que es importante, la obra por si misma ya acumula suficientes méritos para merece una reseña, al igual que su anterior obra Amberes. La campaña del estuario del Escalda 1944 publicada también por Almena el año 2014 y que ya reseñé en su día. En este caso, el autor hace girar su exposición alrededor de la región holandesa de Zelanda, situada en la boca del estuario del Escalda y esencial para el control del acceso por mar al puerto de Amberes, siendo el escenario de duros combates tanto durante la campaña de Occidente de mayo de 1940 como de las operaciones para la consolidación de los ejércitos aliados en el frente occidentales realizadas durante el otoño de 1944.
A primera vista, la obra parecería correr el riesgo de ser reiterativa y caer en un autoplagio pero, afortunadamente, éste no es el caso. El grueso de la obra está dedicado al asalto protagonizado por tropas de las Waffen SS contra las posiciones holandesas y francesas en la región entre el 10 y el 18 de mayo de 1940 y, en éste sentido, resulta totalmente original. Respecto a las operaciones en 1944, el autor se centra en las operaciones INFATUATE I y II que se corresponden a los asaltos anfibios realizados, respectivamente, contra las posiciones alemanas en la isla de Walcheren y en el llamado Sloedam entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre de 1944.
Pieza antiaérea motorizada holandesa. Como muestra de la heeterogeneidad del arsenal holandés, éste cañón había sido una compra de saldo hecha a los Aliados a armamento alemán capturado en 1918. (Fuente: Wikimedia Commons.)
Cómo ya hizo en su anterior Amberes, el autor demuestra un detallado conocimiento sobre armamento de los contendientes, dedicando especial atención a las capacidades del ejército holandés durante la campaña de 1940 que, si bien la mayor parte de su armamento no era precisamente el más moderno del momento y sus tropas apenas estaban adiestradas en el combate moderno, sí ofreció una resistencia eficaz contra el asalto aerotransportado alemán contra la Fortaleza Holanda del 10 de mayo de 1940. En esta misma línea, el autor remarca que la inferioridad en combate de las tropas francesas contra la Wehrmacht no fue por su inferioridad en armamento si no que se encontraría, más bien, en el superior nivel de adiestramiento recibido por las tropas y oficiales alemanes y la superioridad aérea de la Luftwaffe.
Finalmente, sólo queda señalar que el autor se muestra especialmente incisivo en los pies de foto tomadas por el servicio de propaganda alemán, identificando aquellas que son meras simulaciones realizadas a posteriori e identificables frecuentemente por hacerse desde ángulos frontales que, si bien las volvían muy vistosas, difícilmente un fotógrafo en su sano juicio las haría durante un combate real. Observaciones estas que sirven para aderezar esta obra más que recomendable.
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