The Battle of Kursk. Por David M. Glantz y Jonathan M. House; Demolishing the Myth. Por Valeriy Zamulin (Reseña)

The Battle of Kursk. Por David M. Glantz y Jonathan Mallory House, Lawrence, Ks: University Press of Kansas (1999). Notas al final del libro. Bibliografía. Pp. xvi, 472.

Demolishing the Myth. The tank battle at Prokhorovka, Kursk, July 1943: An operational narrative. Por Valeriy N. Zamulin, traducido y editado por Stuart Britton, Solihull: Helion (2011). Notas al final del libro. Bibliografía. Pp. 630.

He de reconocer que la lectura de estas dos obras ha sido especialmente tortuosa, no por resultarme poco interesantes si no, al contrario, por resultarme de especial interés y ser preciso hacer una lectura atenta de las mismas.

En una reciente reseña al Stumbling Colossus y al Colossus Reborn de David Glantz, afirmé:

Aunque no deja de ser esta ya una fuente parcialmente sometida a una selección, a juicio del autor es suficientemente representativa de la realidad. No tendría sentido que el Estado Mayor General se sometiese a un autoengaño deliberado a la hora de evaluar a sus subordinados, jugándose además el cuello a ser descubiertos por el NKVD falsificando informes y cosas similares. Aún así, el mismo autor reconoce la necesidad de trabajar sobre dichos testimonios documentales con alguna cautela y siempre, en medida de lo posible, contrastándola con bibliografía primaria y secundaria, fuentes primarias editadas y publicadas relevantes y demás testimonios

Y, tras la lectura del Demolishing the Myth de Zamulin, me doy cuenta que en ocasiones dichos estudios del EMG soviético estaban sometidos a un proceso de selección que posiblemente en algunas ocasiones  les niegue toda representatividad de la realidad, al menos en lo que se refiere a los combates librados en el sector de frente del saliente de Kursk defendido por las formaciones del Frente de Voronezh entre el 5 y el 12 de Julio de 1943. Y, si de algo peca la obra de Glantz y House es, desgraciadamente, en haber confiado en su día demasiado en la validez del relato del volumen de las Sbornik correspondiente a Kursk.

Pero no por ello la obra de Glantz y House carece de importantes méritos. Especialmente, su punto fuerte es su ajustada definición de la planificación estratégica de la operación defensiva planteada por el Stavka durante Julio de 1943 en el saliente de Kursk, en lo que fué una pugna de Zhukov y Vasilevsky para convencer a Stalin de la convenencia de mantener una defensa estricta, al menos hasta que no se iniciase la nueva y muy previsible ofensiva estival alemana contra el saliente de Kursk. Desgraciadamente, The Battle of Kursk no carece tampoco de importantes flaquezas, además de la excesiva confianza depositada en el estudio del EMG soviético ya mencionado. En demasiadas ocasiones Glantz y House emplean testimonios presentes en el Scorched Earth de Paul Carell – en castellano traducida como Tierra Calcinada y reeditada hace algunos años por Inédita-, obra de valor bastante dudoso pues muchos de los testimonios narrados, si bien son de notable calidad literaria son también totalmente incontrastables; y los apéndices del orden de batalla alemán denotan un trabajo algo pobre en este punto. En cambio, también resulta necesario observar que muchas de las críticas que ha recibido – por ejemplo, de N. Zetterling y C. Lawrence aquí– son, a mi modo de ver, totalmente injustas y en ocasiones algo ridículas, especialmente a su supuesto no uso de fuentes primarias documentales alemanas en The Battle of Kursk. Al respecto, una ojeada a la Tabla «German Armor Strength (operational strength returns)» (pp. 351-353) debería disipar las dudas suscitadas al respecto, aunque también es constatable que la obra, en su conjunto, debería de haberse estructurado mejor y que el trabajo de corrección no fué muy eficaz.

Pero, a día de hoy, The Battle of Kursk de Glantz y House, al menos en lo que se refiere al relato del asalto del IV. PzArmee y del ArmeeAbt Kempf contra el sector defendido por el Frente de Voronezh, ha quedado totalmente obsoleto. Y ello se debe a la obra del historiador ruso Valeriy Zamulin, recientemente traducida al inglés con el título de Demolishing the Myth. The tank battle at Prokhorovka, Kursk, July 1943: An operational narrative. Ya publicada en Rusia el 2005, esta estupenda edición de la obra traducida por Stuart Britton hay que agradecerlo al especial empeño que ha puesto David Glantz, tanto para su traducción y publicación íntegras – la editorial primigenia, University Press of Kansas, parece que sólo quería publicar un edición abreviada- así como para ayudar a Zamulin en corregir algunos defectos de la obra original para esta edición, especialmente al aportarle fuentes alemanas para lograr un análisis mucho más ajustado de los combates librados entre el 5 y el 13 de Julio de 1943.

¿Y cuál es el valor de la obra de Zamulin? Pues que éste, en el marco de sus labores de dirección en el Museo del Campo de Batalla de Prokhorovka, llevó acabo un intenso y arduo trabajo de investigación en los Archivos Centrales del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa , permitiéndole poder reconstruir de un modo fiable, no sólo el caótico proceso de toma de decisiones por parte de los mandos soviéticos implicados, pues el autor también se adentra y reconstruye con notable éxito lo que Robert Engen recientemente denominó el sharp end of combat, pese a que en ocasiones esta labor resulta especialmente difícil debido a que la fluidez inherente del combate táctico moderno supone que los testimonios documentales se reduzcan, frecuentemente, a valoraciones elaboradas a posteriori por parte de los oficiales superiores al mando.

Respecto a los contenidos novedosos presentes en la obra de Zamulin, cabe destacar que reduce, de forma drástica, el número de efectivos del 5º Ejército de Tanques de la Guardia comprometidos al asalto blindado ejecutado contra las posiciones del II. SS PzKorps al suroeste de Prokhorovka durante el 12-VII-1943, además de detallar su ejecución – le dedica nada menos que 150 páginas a su reconstrucción y análisis- y analizar las causas para lo que, en realidad, fué un total fiasco. El autor considera que el contraataque fué planeado de forma excesivamente apresurada, basado en un conocimiento totalmente insuficiente de las fuerzas alemanas en el área que condujo a subestimar el potencial defensivo que podía desplegar las fuerzas de la PzGrDiv. SS Leibstandarte Adolf Hitler a la que se enfrentó durante ese día. Ello, en contra de lo que el grueso de la historiografía alemana – y occidental- ha sostenido, estuvo unido al intenso y efectivo apoyo aéreo que brindó la Luftwaffe en la primera línea de batalla, conllevando a la desastrosa derrota que, en la realidad, representó esa jornada para las formaciones asaltantes soviéticas del Frente de Voronezh.

Por otra parte, el autor logra también con éxito situar en su debido contexto el contraataque acorazado del 5º Ejército de Tanques de la Guardia, pues en el mismo también participaron el 5º Ejército de la Guardia además de elementos del 6º Ejército de la Guardia y del diezmado 1º Ejército de Tanques, además de relatar los intensos combates librados en la semana anterior – especialmente los del 11 de Julio- y los combates librados al sur de Prokhorovka por el 69º Ejército contra el III. PzKorps durante el mismo 12 de Julio y días posteriores. La conclusión a la que se llega, tras el pormenorizada relación de los combates realizada por Zamulin, es que no sólo el relato mítico y ampliamente difundido sobre el choque blindado en Prokhorovka está ampliamente sobrevalorado pues, como observa el mismo autor, a finales de Junio de 1941 se libró una batalla de tanques aún más masiva en el área de Dubno, Brody y Berestechko en la que soviéticos y alemanes desplegaron cinco mil y mil tanques respectivamente; también caí en la cuenta que el mismo relato del estudio del EMG soviético soslaya todas las deficiencias defensivas del dispositivo dispuesto en profundidad por el Frente de Voronezh, tornándose muy presentes durante los sangrientos combates entre el 5 y el 11 de Julio.

Finalmente, dedicaré unas palabras al fenómeno del sobrerreclamo en combate y la contrastación con las pérdidas reales sufridas. Este aspecto suele ser un buen indicador del rigor o el posible sesgo presentes en el trabajo de un autor determinado. En este aspecto, Zamulin borda una magnífica exposición final sobre las pérdidas reales alemanas y soviéticas, descartando de plano los exageradísimos reclamos hechos por las tanquistas soviéticos, en parte causado por apuntar como «tanque destruido» lo que eran sólo daños ligeros o, incluso, bajas entre vehículos blindados de transporte de infantería alemanes. A su vez, también rebate con muy buen criterio algunas versiones, publicadas desde hace algunos años entre autores alemanes, en la que se sostiene que el II. SS PzKorps sólo contabilizó cinco tanques destruidos durante el combate del 12 de Julio, siendo esta cifra fruto de una trampa estadística y metodológica.

Como conclusión, también es necesario remarcar algunas deficiencias menores en la obra. Una es la confusa exposición de los combates que se hace en los mapas del apéndice correspondiente, pues por sí mismos no resultan demasiado ilustrativos para el lector. Por otra parte, su exposición respecto a que la experiencia en Prokhorovka supuso la acelerada puesta en producción y distribución del T-34/85 como sustituto del ya superado T-34/76, al menos a mi criterio, está insuficientemente documentada. Y otro aspecto a criticar sería que, en la mayoría de casos, las fuentes alemanas empleadas por el autor devienen esencialmente de bibliografía secundaria, fundamentalmente de la obra de Sylvester Stadler, el entonces jefe de unos de los regimientos de la PzGrDiv. SS Das Reich y que participó en los combates de la Operación «Ciudadela». Pero también añado que, al fin y al cabo, ningún autor está dotado del don de la omniscencia ni, en la práctica, es capaz de consultar hasta el último documento existente, más si estos se encuentran en los archivos nacionales de otros países.

En definitiva, esta obra es altamente recomendable, tanto para el lector especializado en el estudio del mito de Prokhorovka como para el lector medio gracias a la amena narración que Valeriy Zamulin ha dado al libro y a la exitosa traducción realizada por Stuart Britton. Sólo me queda a esperar su anunciada próxima obra, dedicada al estudio del flanco septentrional del saliente de Kursk y con especial énfasis al mucho menos conocido combate librado en Proiny.

7 comentarios en “The Battle of Kursk. Por David M. Glantz y Jonathan M. House; Demolishing the Myth. Por Valeriy Zamulin (Reseña)

  1. Excelentes reseñas Joan, veo que has estado ocupado leyendo sobre Kursk. Yo también destacaría que la obra de Zamulin -sin haber terminado de leerla- es mucho más amena que la de Glantz. No voy a discutir los aportes que ha hecho Glantz sobre el tema, pero las obras que he leido me han parecido muy secas. Normalmente las combino con otros libros,

    Saludos.

    • Gracias por el piropo 🙂

      Pues sí, les dediqué a ambos libros un mes entero, aunque ha resultado un ejercicio bastante interesante y – espero- fructífero. Y sí, la lectura de Zamulin – y la traducción de S. Britton- resulta mucho más placentera que la de Glantz, resultando en éste más estéril pues se limita a acumular montones de datos – lo cuál no es poca cosa, desde luego.

      Un saludo,

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